Lamentablemente, el bombardeo de
información que se obtiene a través de diversas fuentes desvirtúa la imagen de
la inmigración, en el cual predominan los aspectos destructivos, violentos,
delictivos... No obstante, deberíamos hacer un esfuerzo y detenernos un poco
para pensar y apreciar las ventajas que puede aportarnos la interacción social
con personas de otras razas, religiones y culturas, que de forma natural se
convierten en nuestros vecinos y vecinas, amigos y amigas, compañeros y
compañeras de trabajo, asistentes y asistentas de nuestros seres más
queridos... En definitiva, llegar a comprender que despojarse de una serie de
prejuicios sobre las personas que vienen desde muy lejos facilitaría la
convivencia y además podría evitar situaciones que afecten a estas personas,
tan solo por el hecho de ser inmigrantes.
No debemos dejar de mencionar,
que la explicación única y válida para que muchas personas migren,
principalmente de lugares empobrecidos obedece a las consecuencias de una
globalización de carácter econonomicista, cuyas consecuencias se manifiestan en
el progresivo empobrecimiento de muchos países ricos en recursos naturales y
humanos, además de ahondar en la desigualdad y la injusticia social en el
mundo.
Muchos de estos países siguen
estando bajo el dominio de unos cuantos gobernantes poderosos y otros hombres
dueños de las mayores fortunas del mundo, que continúan explotando las materias
primas (petroleo, minerales, madera...) y empleando deliberadamente la mano de
obra barata entre otros de miles de mujeres, niños y niñas.
En este contexto, si intentamos
por unos minutos posicionarnos en el rol de una persona inmigrante, entonces
podemos entender lo difícil y arriesgado que resulta la decisión de marcharse
de la tierra donde nació y dejarlo todo: la familia, los amigos/as, el idioma,
las comidas, la música, los paisajes. Esta experiencia no es para nada
alentadora ni espontánea; todo lo contrario, es forzada y muy dolorosa, sin
embargo, se demuestra que la fortaleza humana que poseen todas estas personas
aunque no en todas las situaciones, supera las adversidades. En sus mentes solo
afloran su firme propósito de tener derecho a una vida digna, así como la de
los suyos, como la debería tener cualquier ciudadano o ciudadana en el mundo.
Nancy Juape Chamaya
Nancy Juape Chamaya
No me llames extranjero...
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