"En una ocasión algunos tigres se habían dado un banquete.
De pronto apareció Mamá Tigre con un nuevo postre: una enorme tarta.
Un Hijo Tigre dijo: "Ay, Mamá, no puedo más".
Y la
Tigre Pequeña afirmó: "Mamá, no puedo comer ni un solo
bocado".
Papá Tigre no paraba de pedir bicarbonato para conseguir hacer
la digestión y los demás no podían ni ver la tarta sobre la mesa.
Entonces dijo la Abuela Tigre : "Y ¿por qué no se la damos a
los Tigres Pobres?"
Dime -amigo pelícano- ¿Es éste el amor de que hablan los
sabios y los santos?"
"Oh, no, sabio León - respondió el Pelícano- de ninguna
manera".
"Lo mismo pienso -añadió el León- porque el que trata
así a los hambrientos no ve en ellos sino los cubos de basura donde tirar lo
que le sobra, los lujos, lo superfluo. Y eso no es amor. Desde luego que
no".
¿Se te ocurre dar lo que te sobra a tus mejores amigos?...¿y
a los pobres?... ¿es amor?
Pidamos por la
Justicia y la
Misericordia en el mundo.
Padre Nuestro...
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