Dios
nos busca.
Dios
nos grita: ¡Volved a mí!
¿Dónde
te fuiste?
¿Dónde
estás?
¡Vuelve!
Escucha
la llamada de Dios.
Vuelve
en secreto:
sin
que nadie se entere,
sin
que nadie lo sepa.
Que
todo sea secreto:
un
secreto tuyo con Dios.
Te
espera la casa del Padre.
Te
espera el corazón de Dios.
Para
volver:
lo que es esencial y lo que es caduco.
lo que no vale,
de todo lo que te frena y detiene.
¡Vuelve!
No
es nada triste.
Descubrirás
la alegría de vivir
de
otra manera
teniendo
a Dios por tesoro.
¡Vuelve!
Otra
manera de ser feliz
es
posible
y
no te arrepentirás.
Dios
no es un Dios triste.
Dios
es alegría.
Dios
es paz interior.
Dios
es apertura a los demás.
¡Vuelve!
¡Déjate
reconciliar por Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario