miércoles, 22 de mayo de 2013

Oración de la mañana: La llevas clara



Un mes de otoño. Por motivos profesionales un hombre de una empresa de electricidad va a un santuario de la Virgen. Uno de los trabajadores que atienden el santuario aprovecha para entablar una conversación con él, animándole a llevar una vida cristiana y confesarse; no consigue nada: se define no creyente y todo resulta inútil.

Cuando el empleado le despide dando por perdidas las posibilidades de conversión de aquel hombre ateo convencido, observa que al pasar por una hucha del santuario, éste echa una limosna; por sus adentros se dice el empleado: 

- "La llevas clara, porque si has dado algo a la Virgen, Ella se las apañará para darte más a ti". 


Me contaba el empleado que al cabo de un par de años, aquel hombre volvió al santuario para saludarle: no sabía cómo, pero su vida había cambiado completamente; había vuelto a la fe y se había comprometido con Dios a seguirle de cerca, y entre sus compañeros y familiares había hecho un gran servicio. 

Santa María, para ir yo a Dios, y llevarle a mis amigos y familiares, el camino más seguro y corto eres Tú: darte algo, aunque sea poco y casi diría que sin fe, significa que Tú haces el resto. Durante esta semana trataré de ayudar a algunos amigos míos (puedes pensar ahora quiénes en concreto) a que hagan algo por Ti.
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Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final: el avemaría.

Ah! Y no te olvides de hacer en este día una buena acción, por lo menos: Es un buen regalo para María.

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