Los cristianos saben que la fe no puede ser el traje que se
pone los domingos, o en alguna celebración, y se guarda en el armario el resto
de los días. La fe se vive en la vida cotidiana. Y Dios viene al encuentro del ser humano en las calles de la ciudad, en
la cocina de casa, en los jornaleros del campo, en las aulas de la universidad,
en el trabajo de las fábricas, en los campos de refugiados, en las barriadas musulmanas
de Pakistán, en el parvulario, en un hospital de Iraq, en la selva amazónica y
en la sala de espera del aeropuerto.
La fe pone de pie al cristiano (Timothy Radcliffe, dominico).
¿Por qué creer? ¿En qué ayuda a nuestra vida tener fe, ser cristianos?
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