Tuvo lugar el día 17 de octubre. Los alumnos marcharon junto
con sus tutores, Enric y Juan Carlos, y
con Dani y Javier, del equipo de pastoral, a Navajas, en la provincia de
Castellón. A un sitio precioso, que es “el salto de la novia”. Allí les
esperaban unas cascadas de agua y un paisaje hermoso, para recordarles la
grandeza de Dios que hace lugares tan bellos.
La convivencia, propiamente, empezó en el colegio. Aquí realizaron la oración de la mañana y las dos
primeras dinámicas, que consistieron en preguntarse sobre uno mismo, su vida,
sus gustos….
Tras tomar el autobús y llegar a Navajas, se hicieron grupos
para compartir el trabajo personal. Algunas preguntas eran “atrevidas”, pero no
tuvieron miedo en responder y expresarse con los compañeros. Así se fueron
conociendo un poco más. Después del almuerzo les esperaba una caminata, por
grupos, a través de la montaña. Todos subieron con rapidez por un camino que a
veces se presentaba difícil…
A la vuelta, y en el tiempo de descanso, los más atrevidos
(o sea, prácticamente todos) se convirtieron en escaladores y ascendieron entre
las rocas buscando una cueva que no apareció. Pero la aventura de buscarla ya
mereció la pena. ¡En el ascenso muchos descubrieron la generosidad y el apoyo
de los compañeros!
Antes de comer trabajaron un rato sobre Jesús, primero
individualmente y después en grupos. Recibieron la visita de un perro
encantador, como el de Santo Domingo, que les acompañó hasta el final de la
convivencia.
Después de subir al pueblo, tomar el autobús y regresar al
colegio, tuvieron la oración final y, después en clase, la evaluación. ¡Todos
hemos quedado muy contentos con la convivencia y estamos seguros que ha
merecido la pena!
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