miércoles, 13 de marzo de 2013

Miércoles IV de Cuaresma: Oración para este día


Dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo». Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.

Jesús tomó la palabra y les dijo: «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió.

Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
Jn 5, 17-30


Los cristianos se deben mostrar seguidores de Jesús, no a través de las palabras sino de sus hechos. No es buen cristiano el que intelectualmente sabe mucho de Jesús y ora con técnicas muy elaboradas. Cristiano es el que hace lo que hizo Jesús “llevar la Buena Noticia a los pobres, anunciar su liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos” (LC, 4,18).


Jesús quiso crear una comunidad fundada en el amor, la solidaridad y el servicio a los demás, alternativa a la sociedad de su tiempo. ¿No podemos plantearnos, hoy, en el siglo XXI, que quién no lucha por esa nueva sociedad, no es seguidor de Cristo? Piensa en algo concreto que vas a hacer tu hoy para “llevar la Buena Noticia” a las personas con las que te vas a encontrar.


Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde hay desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo
como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.

ORACIÓN FINAL
Señor, hazme un instrumento eficaz de tu misericordia.
Señor, bendice mi mente
para que no sea indiferente ni insensible
a las necesidades de mi prójimo.
Señor, bendice mis ojos
para que reconozca en el que sufre tu rostro.
Señor, bendice mis oídos
para que oigan las voces que suplican ayuda
y respondan a los mensajes
de quien no sabe expresarse con palabras.
Señor, bendice mis manos
para que no permanezcan cerradas ni frías,
sino que transmitan calor y cercanía
hacia quien necesita una presencia amiga.
Señor, bendice mis labios para que no pronuncien frases vacías,
sino que expresen la comprensión y acogida
que nace de un corazón que te ama. Amén.

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