Según una antigua tradición, la Virgen
María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su
presencia.
Fue en la época inmediatamente
posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con
el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40d.C.),
el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba
en España. Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por
Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla,
hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la
ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días
y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con
los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las
riberas para tomar algún descanso".
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus
discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de
Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". María, que aún vivía en
carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con
el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los
tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi
intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho
testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en
aquel sitio. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen María.
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad
particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las
iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico , se celebraba
la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía
en carne mortal.
Tres rasgos peculiares que caracterizan a la
Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:
1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida
mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía
vive en Palestina: “Con ninguna nación hizo cosa semejante", cantará con
razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.
2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se
construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de
toda la Cristiandad.
3- La vinculación de la tradición del pilar con la tradición jacobea (del
Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar
y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha
girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.
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