Presentación de María

Hoy celebramos la “Presentación de la Virgen María en el templo”. Según una tradición muy antigua –que no aparece en la Biblia- cuando María era muy pequeña, entre los 3 y los 6 años, sus padres –Joaquín y Ana- la presentaron a Dios en el Templo de Jerusalén, como era costumbre entonces. Ya desde niña, María se ofreció por entero a Dios, decidió vivir conectada a Él para siempre… Por eso, quizás, fue tan feliz.

Así dice la leyenda:

Joaquín y su esposa Ana se encaminaron juntos al templo, y ofrecieron víctimas al Señor, y confiaron a la pequeña María a la congregación de mujeres, que pasaban el día y la noche glorificando a Dios. Y, cuando hubo sido depositada delante del templo del Señor, subió corriendo los quince escalones, sin mirar atrás, y sin reclamar la ayuda de sus padres, como hacen de ordinario los niños. Y este hecho llenó a todo el mundo de sorpresa, hasta el punto de que los mismos sacerdotes del templo no pudieron contener su admiración. (...) Y su semblante resplandecía como la nieve, hasta el extremo de que apenas podía mirársela. (...) Toda su conversación estaba tan llena de dulzura, que se reconocía la presencia de Dios en sus labios.

¡Ojalá nosotros también sepamos abrir el corazón a Dios para encontrar en Él la felicidad, como hizo María desde bien pequeñita!