jueves, 19 de septiembre de 2013

Tú en mi vida, Jesús

Tú estás presente en mi vida, Señor,
y mi corazón se goza al saber
que eres Padre y Madre a un mismo tiempo.
Tú eres mi refugio; eres a quien acudo
Para guarecerme cada día.
Dios mío, confío en ti.

Tú me cuidas en los días de prueba.
Con tu bondad me proteges a cada instante.
Bajo su sombra me cobijo.
Tú eres mi escudo, mi armadura, mi fortaleza.

Sabiéndote al lado,
no temo las tinieblas de la noche,
ni el calor fuerte del mediodía.
Porque contigo sé que estoy protegido
y no vas a dejar que perezca.


Yo he hecho de ti mi amigo y mi refugio,
te he tomado, Señor, por defensa.
Contigo nada malo entrará en mi casa
porque estoy seguro de que Tú
me guardas en todos mis caminos.

Sé que me quieres, Señor,
y me libras de que mi pie tropiece.
Caminaré sin cansarme hacia la meta
con la seguridad de que Tú estarás allí
esperándome como el amigo fiel,
para darte Tú como mi mejor recompensa.

Sé que Tú me tratas personalmente,
Que estás dentro de mí sin meter ruido.
Sé que estás ahí, con toda la paciencia
del amigo al que puedo invocar, acudir
y contarle toda mi existencia.

Tú estás ahí, siempre conmigo,
aunque mi corazón se olvide con frecuencia.
Tú estás ahí, siempre conmigo,
aunque mi corazón se canse, y te falle,
y a veces no te sienta.

Señor Dios, sé que mi vida te pertenece.
en tus manos la pongo para siempre.
Muéstrate en mi camino a lo largo de la vida,
y aunque a veces me despiste...
hazte Tú el visible-encontradizo.


 Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo…

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