viernes, 17 de enero de 2014

Ser un poco payaso

Es necesario ser un poco payaso de vez en cuando para atravesar la vida con una sonrisa dibujada en los labios que contagie alegría a quien se cruce con nosotros...

Es original ponerse una peluca de colores que dé un toque original a nuestra cabeza destacándola de otras cabezas que caminan a nuestro lado porque eso nos hace ser "especiales"...

Es atractivo y atrayente vestirnos de colores llamativos que atraigan la mirada de cuantos nos contemplen...

Es... diferente... ser un poco payaso y reír cuando alguien nos dé una bofetada o nos sacuda con una escoba...

Es bonito hinchar globos de colores que podamos regalar a las miradas tristes y empobrecidas.

Es necesario ser payasos, por dentro y por fuera, porque eso nos hace singulares, peculiares, distintos... sin importarnos la opinión de los que están a nuestro lado y no entienden nuestras "formas".

Soy un poco payasa, lo sé, pero me alegro de serlo porque en ello reside mi diferencia y mi opción por el optimismo, la alegría, la vida y la peculiaridad de lo que soy.

Mañana sacaré del armario mi maquillaje para dibujar unos ojos blancos grandes, decorados con una cruz, que miren con cariño y compasión; unos zapatones que me ayuden a pisar con fuerza la tierra que piso; un abrigo enorme de lunares que me recuerde la alegría de estar viva; y una peluca verde con horquillas de margaritas para que el aire las haga volar a su antojo llegando a las manos de los que están tristes.

Sí, soy un poco payasa, y me gusta serlo.



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