Señor,
comienzo un nuevo curso:
Un
paso más que me lleva
hacia
las responsabilidades
que
voy a tener en la vida.
Señor,
no sé lo que me espera en él.
Sé
que es una aventura
y
la quiero poner ante tu presencia,
como
se pone una ofrenda,
como
se deposita una promesa.
Señor,
no quiero que estés lejos de mí.
No
quiero que mi vida vaya al margen de Ti.
Tú
serás mi compañero.
Yo
te lo confiaré todo y aprenderé
a
descubrirte en las esquinas del camino,
en
las subidas y también en las bajadas:
Siempre.
Amén.
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